Inversores del cannabis ven oportunidades en las amenazas de Trump

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Foto: Washington Times

Leer las noticias sobre cannabis hoy en día puede resultar algo desconcertante. Mientras unos dicen que algunos inversores del cannabis salen despavoridos y cambian de sector, otros dicen que las acciones están subiendo y que el cannabis legal ha llegado para quedarse. Mientras tanto el vaivén del presidente Trump respecto a la legalización del cannabis trae loco a más de uno.

AgFunder compañía dedicada a poner en contacto a inversores interesados en la industria de la Agricultura con startups de dicho sector ha contactado con expertos de la industria del cannabis para conocer su opinión respecto a la posición de la Administración Trump. Es el caso de Patrick Rea, cofundador y CEO de Canopy, la aceleradora de cannabis con sede en Colorado. Para él lo que existe es incertidumbre un elemento que tan solo asusta a los inversores con escasa experiencia en la industria. La mayoría de los inversores del cannabis dedicados a él, es decir los que ya han estado expuestos a el y lo han analizado profundamente, siempre están a la espera de algún tipo de cambio. Embebidos en la incertidumbre…..

Oportunidades de la incertidumbre para los inversores del cannabis

Estos cambios bruscos son el pan de cada día para los inversores del cannabis que no se asustan por ellos. Mas bien ven ahí, según la opinión de algunos expertos, una forma de limpiar el mercado de inversores oportunistas que tan solo entraron con fines especulativos. Ya vimos como personajes influyentes como el ex – presidente de México Vicente Fox, ferviente defensor del cannabis, aseveraba que no se trata de un sector para hacerse “millonario”, al menos en México.

Esta incertidumbre según Rea es positiva para los inversores del cannabis al agregar complejidad a la ecuación del negocio, “lo que mantendrá a ciertos inversores, empresarios y grandes corporaciones fuera del mercado”. Rea no solo habla de pequeños inversores oportunistas sino de grandes compañías y grupos de inversión que están analizando la industria del cannabis de EE. UU.

Pero como en todo existe sus mas y sus menos, una entrada de inversores del cannabis más grandes, incluidos los fondos de capital-riesgo convencionales, se cree que podría aumentar las valoraciones y hacer que los acuerdos sean más competitivos.

Por otra parte, una apertura es necesaria para que las pequeñas compañías ya sean cultivadoras, procesadoras, distribuidoras etc… que quieren crecer y buscan fondos puedan hacerlo y es que se trata de una industria que requiere mucho capital para cumplir con las cargas regulatorias. Sin embargo, apuntan desde el sector, la financiación convencional no ha calado en la industria directa del cannabis en EEUU, aquella que toca la planta, siendo el actual perfil de inversionista principalmente individuos de gran patrimonio y grupos familiares. Las sociedades de capital-riesgo convencionales invierten en negocios auxiliares que no tocan la planta como Eaze, un servicio de entrega de cannabis que ha recaudado $ 51,5 millones principalmente de fondos de capital riesgo de Silicon Valley y Nueva York.

Amenaza del alto coste del mercado regulado

Pero no todo son oportunidades. Incluso con un financiamiento adecuado, lograr que los consumidores de cannabis se pasen del mercado no regulado e ilegal al mercado legal no es un paso automático si no existe algún incentivo. Y en California, preocupa que el alto costo del cumplimiento de las regulaciones siga manteniendo unos precios legales del cannabis demasiado altos como para incentivar el uso legal de la sustancia. Las posibles mayores ganancias que por lógica cabrían esperar se ven mitigadas por unos mayores costos de hacer negocios.

Otra área amenazada es la de las mejoras tecnológicas que no se estarían incluyendo en los presupuestos de la mayoría de los productores. Estos, presionados por unos precios al por mayor a la baja ven recortados sus márgenes y podrían reducir la calidad de los cultivos.

A pesar de todo esto, los dispensarios de California que pudieron abrir el 1 de enero aumentaron sus ventas en muchos múltiplos y no es probable que se detengan y con mas razón una vez se contabilicen los impuestos recaudados. Por otra parte, los operadores legales en California sienten el apoyo de la Administración estatal frente a las interferencias del gobierno federal y piensan en demandar al gobierno federal para que deje de intervenir en su estado.

Jeff Sessions vuelve al ataque

EE.UU ya cuenta con 29 estados que han legalizado  el cannabis medicinal y 8, junto con el Distrito de Columbia, que permiten su uso recreativo y desde este 1 de enero, California se ha convertido en el mayor mercado regulado y comercial de cannabis del mundo.

Recordemos que en EEUU, en virtud de la regulación denominada “Cole Memo” de la era Obama, las autoridades federales tenían ordenes claras para permitir a los estados en los cuales el cannabis es legal operar con la mínima interferencia federal. Sin embargo, bajo el mandato de Trump, el fiscal general Jeff Sessions dio a los fiscales federales la facultad de decidir qué hacer cuando las normas estatales entran en conflicto con las federales en un momento en que la mayoría de republicanos apoyaban la legalización del cannabis por primera vez. Una encuesta de Gallup revelaba que el 51% de los republicanos expresaron su apoyo a la legalización del cannabis representando un aumento del 9% respecto al año previo.

Pero esto no es todo. El 4 de enero, Sessions rescindió el “Cole Memo” aunque sin proponer ninguna nueva guía. Las medidas buscan reforzar la supervisión de esta industria por parte del gobierno central, algo que sectores conservadores a favor de la legalización del cannabis cuestionan al considerarlo una afrenta a sus libertades personales y a los derechos de los estados.

Este nuevo hecho llena de nuevo de incertidumbre a los inversores del cannabis y en general a todos los actores especialmente a los reguladores quienes desconocen cómo se desarrollará la actual paradoja de la legalización en los estados en el contexto de una potencial prohibición federal en la era Trump.