21 empresas pueden producir cannabis medicinal en Colombia

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21 compañías tienen licencia para producir cannabis medicinal en Colombia. Entre sus planes está invertir grandes sumas para desarrollar un negocio que en el país podría alcanzar los 1.500 millones de dólares en 2025.

El 22 de diciembre de 2015, el Gobierno de Colombia expedía un decreto para reglamentar el uso medicinal y científico de la cannabis, pero no fue hasta julio de 2016 que bajo la promoción del Congreso colombiano se conseguía que esa regulación se convirtiera en ley. La Ley 1787 de 2016 creaba el marco regulatorio que permitía el acceso seguro e informado al uso médico y científico del cannabis y sus derivados en el territorio colombiano y daba paso a la apertura del mercado.

Ya hace más de un año que se aprobó este marco jurídico estable. Durante este periodo las empresas del sector del cannabis medicinal han tomado confianza y tras superar rigurosos trámites han presentado sus proyectos de desarrollo que incluyen terrenos para los cultivos, equipos industriales y laboratorios de investigación. A 10 de enero, 21 empresas de capital tanto nacional como de Canadá, Estados Unidos, Israel y México disponían ya de licencias para cultivar y transformar el cannabis medicinal en Colombia con el fin de hacerse con parte de un pastel de jugosos negocios estimado por la consultora estadounidense Ackrell Capital en 1.500 millones de dólares en 2025.

Pero sus ánimos no solo son de lucro. Estas empresas también están comprometidas con pequeños cultivadores y agricultores en zonas de conflicto apoyándolos para que salgan de la clandestinidad, un factor clave para el gobierno.

Factores jurídicos, económicos o climáticos favorecen al cannabis medicinal en Colombia

Los inversionistas confían en el negocio en Colombia al disponer de una legislación muy concisa, estable y fiable. Concretamente todo esta controlado por los ministerios de Justicia, Salud y la Dirección Nacional de Estupefacientes, encargados de otorgar las licencias para manejar el producto transformado, que es lo único permitido por la normativa. El ICA por su parte es la entidad encargada de certificar la semilla.

Además de esta estabilidad jurídica las condiciones climáticas y luminosidad de Colombia favorecen un negocio no estacional, estable y predecible en el cual el cultivo y la floración están presentes durante todo el año. Las flores que tardan unos tres meses en salir desde que se siembra son fundamentales para producir los aceites de cannabis. Por otra parte según los expertos agricultores, las condiciones excepcionales del suelo en varias regiones del país permiten cultivar determinadas variedades de semillas autóctonas altamente apreciadas en el exterior.

Si a lo anterior añadimos unos costes de producción menores comparado con otros lugares en que tradicionalmente se cultiva, tenemos la combinación ideal para llamar la atención de nuevos inversores que verán sus rentabilidades mejoradas. Según información de Pharmacielo, una de las empresas pioneras en el sector del cannabis medicinal en Colombia, producir un gramo de cannabinol cuesta 3 dólares en Canadá, 1,75 dólares en Colorado, Estados Unidos, y 35 centavos de dólar en Colombia.

Historial de concesión de licencias

Las primeras licencias para cultivar y transformar cannabis medicinal en Colombia fueron obtenidas en junio de 2016 por las empresas de capital colombiano Cannalivio, Pideka, Ecomedics y Econabis, y Cannavida y PharmaCielo, de capital canadiense. Tras ellas y con la entrada en vigor de la Ley 1787 Med Colombia, Cannabis Medical Group, Medcann Colombia, Colombian Organics, Canmecol y Khiron Colombia se hicieron con la licencia.

Los planes concretos de estas empresas implican elevadas inversiones. Es el caso de Cannavida. Fundada en 2017 por el abogado canadiense Ron Marzel, invertirá 20 millones de dólares para compra de terrenos, instalaciones y producción para el mercado nacional e internacional. De momento disponen de 17,5 hectáreas en Barichara, Santander donde construirán en este primer semestre las instalaciones para las máquinas extractoras, el área de empacado y sellamiento así como las oficinas. En el segundo semestre comenzarán con el cultivo para iniciar la extracción de aceites en 2019 se iniciará la extracción de aceites, momento en el que esperan crear unos 60 empleos entre ingenieros químicos, farmacológicos, agrónomos, operarios del cultivo y personal administrativo.

Otro caso es el de PharmaCielo presidida por Patricio Stocker. Formada por 600 inversionistas canadienses, estadounidenses y colombianos, prevén invertir unos 22 millones de dólares en una primera etapa y otros 100 millones de dólares mas en una segunda ronda para cumplir con su meta de contar con 1.000 hectáreas con cultivadores bajo contrato. Por el momento, la empresa finalizó su primera siembra en Rionegro, Antioquia en diciembre pasado tras obtener licencias para 35 hectáreas. Las cepas son colombianas y esperan la primera cosecha a mediados de este año. La compañía también tendrá cultivos en Corinto, Cauca, en alianza con Caucannavis, una cooperativa de cultivadores de ese departamento.

Medcann, de capital colombiano cuyo vicepresidente es Felipe Harker desarrollará sus cultivos en el municipio de Fuente de Oro, Meta, produciendo para los mercados nacional e internacional a finales de este año o comienzos de 2019. Invertirán 22 millones de dólares en un centro de propagación y desarrollo genético además de la planta de procesamiento, laboratorios y su centro de investigación y desarrollo agronómico sostenible y esperan generar unos 200 empleos.

La canadiense Khiron Life Sciences creó Khiron Colombia y tiene un acuerdo con la Asociación Colombiana de Neurología para trabajar en investigación y desarrollo conjunto a partir de este año. Durante 2018, esperan invertir unos 6 millones de dólares además de lo ya invertido en 2017. Cultiva en el departamento del Tolima en una zona con ventajas bioclimáticas óptimas para el crecimiento adecuado de las plantas, con el objetivo de servir a 5 millones de pacientes con problemas como epilepsia, esclerosis múltiple, dolor neuropático y náuseas ocasionadas por la quimioterapia, entre otras dolencias. En el mediano plazo quieren llegar a 68 millones de pacientes en América Latina.

La empresa busca desarrollar las industrias locales “aportando experiencia científica, acceso a mercados de capitales y credibilidad médica de primer nivel a médicos y pacientes”, dicen sus voceros. Por eso, en su junta cuenta con el químico y financiero canadiense Sidney Himmel, con amplia experiencia en temas de mercado de capitales y biotecnología.

Grandes farmacéuticas y sector financiero no están

Las grandes farmacéuticas internacionales no han aparecido en esta primera etapa si bien los expertos creen que se incorporarán una vez se afiance la industria y exista una buena base de materias primas para la fabricación de medicamentos.

Otro gran ausente es el sector financiero que además no pone fácil la gestión de los recursos. Así algunas empresas de capital extranjero se han tenido que enfrentar a las trabas puestas por los bancos a la entrada de recursos de inversionistas de Canadá o Estados Unidos y ello a pesar de tratarse de un negocio ya legal y regulado.